La enfermedad terminal y la muerte ¿Un castigo divino?

Ante la muerte del joven y controversial político venezolano, Luis Tascón, a consecuencia de un fulminante cáncer de colon, han surgido algunos comentarios que soslayan la idea de que la muerte de este joven es un castigo divino como consecuencia de su "maldad" por haber expuesto a aquellos venezolanos que firmaron "en contra del Presidente", en el pasado referendum presidencial de agosto de 2005 (Punto discutible por lo demás, pero que este no será el espacio para hacerlo).

Quienes así "argumentan" la muerte de este joven y entusiasta político ven en la misma una especie de "justicia divina" que vengó, a los supuestos miles de venezolanos “perjudicados” por la adosada "lista Tascón".

En realidad, lo que llama mi atención es cómo la moral de la culpa y el castigo en pleno siglo XXI permean nuestras mentes y nos ubica, cual “Torquemada”, en una posición alienante donde enfermedad y muerte son cosas de mandatos divinos.

Sin duda, una afirmación de esta naturaleza, al menos para mí, no pasa la mínima prueba de veracidad y validez, porque lamentable y afortunadamente, tengo un listado de ejemplos de personas muy queridas, de diferentes edades, que se han ido de este plano a consecuencia de accidentes y enfermedades terminales, cuyo “libro de vida” negaría de manera contundente esa afirmación de que la “muerte” es un castigo divino por malas actuaciones.

No es mi intención hacer de esta reflexión un mensaje póstumo para limpiar de “culpas” al querido Luis Tascón (aunque méritos tendría para yo hacerlo).Mi intención es convertir en reflexión su muerte para que nos preguntemos, en lo más profundo de nuestro corazón/conciencia, qué creencias tenemos asociadas al tema de la enfermedad y la muerte.