sábado, 21 de agosto de 2010

CHICHA ANDINA DE MARIA LUISA

La chicha andina de María Luisa tiene aromas de diciembre, de navidades, para ser más precisa.
En aquella vieja casa de Luzón a Brisas, en la popular parroquia San Juan, y luego, en la quinta Susy de la Av. Los Cármenes de El Cementerio, todo se impregnaba del olor a guarapo de piña fermentada, y de la dulzura del melao de papelón que mi madre mezclaba a proporciones “canarias”, tal como mi suegra Castorina; es decir, las medidas del calculo  que te da la experiencia: “…un puñao de esto, o una pizquita de aquello…tu calculas”. En efecto, no pocas veces nos tocó presenciar como el goloso y travieso guarapo de piña, crecía y crecía en dimensiones descomunales al contacto del melao de papelón haciendo una fiesta química que sólo comprendí muchos años después, porque para aquel entonces, María Luisa, mi madre, era para mí sencillamente una “maga” que creaba espumas sin usar ni un batidor.
Hoy comparto con ustedes lo que recuerdo de la receta de la chica andina de María Luisa, que se envasaba en botellas de vidrio, por supuesto reciclados, para obsequiarlo a los privilegiados admiradores que se ganaban ese particular regalo, pues la mayoría tenía que conformarse con un vaso y medio del fermentado líquido…tanta era la demanda de aquella bebida que a más de uno le dejó una borrachera.
Con un poco de nostalgia y con mucha alegría comparto con ustedes la receta de la Chicha Andina de María Luisa:
Ingredientes:
Lavas de 2 a 3 piñas que pelas y reservas las conchas. Estas conchas las colocas con agua en uno o dos  frascos  “enormes,  de esos de mayonesa que usan los perrocalenteros”. Lo “escondes” en algún lugar oscuro de la cocina (Mi madre solía colocarlo debajo del fregadero, que en aquella época se llamaba “fogón”), por un lapso de 1 semana mínimo (El líquido tiene que “empezar a echar espumita”).El día que lo vas a usar, retiras las conchas y cuelas el líquido en un envase.
En una olla preparas una mezcla muy espesa de harina de trigo y harina de arroz en partes iguales (yo calculo hoy día como 6 tazas de  esta mezcla para un litro de guarapo fermentado)
En otra olla preparas unas 6 tazas de agua, con papelón rallado (quizás 1 taza de papelón por cada taza de agua) que “aliñas” con canela, guayabita de Perú y pimienta dulce.
Preparación:
La idea es mezclar estas tres “aleaciones” en proporciones equilibradas: guarapo de piña fermentada, “engrudo de harina” y melaza aliñada. Un truco de mi madre era pasar el “engrudo” de harina por un liencillo para garantizar que la mezcla quedara muy ligera y sin grumos. Hoy en día yo lo proceso en la licuadora, y “casi” logro el mismo efecto, ¡claro!, me pierdo la diversión de “ordeñar” la mezcla.
Esta mezcla se envasa y se conserva en la nevera. Muy fría es una delicia…!Ah!, te advierto que ella sigue fermentándose al pasar los días, te lo digo yo, que muchas veces me tocó, junto a mis hermanas, limpiar la nevera derramada con “la Chicha Andina de María Luisa”

1 comentario:

  1. La verdad que la chicha Andina de Mamá Maria Luisa era especialmente rica,nutritiva,fuerte y exótica como ella....que orgullo haber brotado, como la chicha,del Ser amoroso de Maria Luisa....será por eso que somos tan especiales...Maria Luisa te amo...gracias

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