domingo, 15 de agosto de 2010

Carta a padres y madres de adolescentes

La adolescencia es la última etapa en la que los padres podemos tomar parte activa y ayudar a nuestros hij@s a orientar su vida: la última etapa en la que podemos ser ejemplo cotidiano, aconsejar, organizar actividades familiares, propiciar oportunidades e involucrarnos de manera abierta en el proceso educativo…Cuando la adolescencia finaliza el joven, la joven, entra en un mundo totalmente suyo, equipado con los valores, sentimientos, actitudes, capacidades y creencias de sus etapas previas. Y los padres debemos estar preparados para soltarles la rienda, amándolos y ayudándolos a distancia.
Una de las mejores cosas que podemos hacer para ayudar a nuestr@ hij@ adolescente es reforzar su sentimiento de autovalía y de responsabilidad personal. Ese sentimiento es una fuerza que llevará en su interior, le acompañará siempre y podrá fiarse de él durante toda su vida.
Las siguientes actitudes y conductas establecerá entre tú y tu hij@ adolescente un profundo sentimiento de autoestima:
 Escucha, reconoce y acepta sus sentimientos
 Sé sincer@ con él/ella y honest@ contigo mism@
 Sé específic@ tanto en los elogios como en la crítica
 Dale responsabilidad, independencia y la libertad de elegir. Aunque necesita firmeza, reglas y controles, necesita con urgencia algún espacio de su vida para aprender a manejarse a sí mism@
 Involúcrale en la resolución de problemas y en la toma de decisiones que le atañen a su vida
 Permítele experimentar, perseguir sus propios intereses, ser creativ@. Recuerda que él/ella, al igual que tú, es un Ser Único: Tu hij@ es maravillos@ en su propia unicidad, ésta, aunque aún frágil, es muy diferente a la tuya.
 Sé un buen modelo de autoestima para él/ella. Muéstrale que aprecias y te sientes satisfech@ de tus logros, y estos incluyen tu Ser Padre/Madre.
 Educa mas por el ejemplo que por la palabra
 Tómal@ en serio y trátal@ con respeto
 Ayúdal@ a explorar los sentimientos negativos que tenga hacia sí mism@. El cambio debe venir desde dentro de él/ella.

1 comentario:

  1. Me encanta este artículo y coincido en ello, de cierto es que la impronta que dejamos en nuestros hijos es esa huella que aparece con el tiempo en ellos y que además de las palabras son nuestros ejemplos y lo que hemos hecho nosotros con nuestra vida...

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