La adolescencia es la última etapa en la que los padres podemos tomar parte activa y ayudar a nuestros hij@s a orientar su vida: la última etapa en la que podemos ser ejemplo cotidiano, aconsejar, organizar actividades familiares, propiciar oportunidades e involucrarnos de manera abierta en el proceso educativo…Cuando la adolescencia finaliza el joven, la joven, entra en un mundo totalmente suyo, equipado con los valores, sentimientos, actitudes, capacidades y creencias de sus etapas previas. Y los padres debemos estar preparados para soltarles la rienda, amándolos y ayudándolos a distancia.
Una de las mejores cosas que podemos hacer para ayudar a nuestr@ hij@ adolescente es reforzar su sentimiento de autovalía y de responsabilidad personal. Ese sentimiento es una fuerza que llevará en su interior, le acompañará siempre y podrá fiarse de él durante toda su vida.
Las siguientes actitudes y conductas establecerá entre tú y tu hij@ adolescente un profundo sentimiento de autoestima:
Escucha, reconoce y acepta sus sentimientos
Sé sincer@ con él/ella y honest@ contigo mism@
Sé específic@ tanto en los elogios como en la crítica
Dale responsabilidad, independencia y la libertad de elegir. Aunque necesita firmeza, reglas y controles, necesita con urgencia algún espacio de su vida para aprender a manejarse a sí mism@
Involúcrale en la resolución de problemas y en la toma de decisiones que le atañen a su vida
Permítele experimentar, perseguir sus propios intereses, ser creativ@. Recuerda que él/ella, al igual que tú, es un Ser Único: Tu hij@ es maravillos@ en su propia unicidad, ésta, aunque aún frágil, es muy diferente a la tuya.
Sé un buen modelo de autoestima para él/ella. Muéstrale que aprecias y te sientes satisfech@ de tus logros, y estos incluyen tu Ser Padre/Madre.
Educa mas por el ejemplo que por la palabra
Tómal@ en serio y trátal@ con respeto
Ayúdal@ a explorar los sentimientos negativos que tenga hacia sí mism@. El cambio debe venir desde dentro de él/ella.
Me encanta este artículo y coincido en ello, de cierto es que la impronta que dejamos en nuestros hijos es esa huella que aparece con el tiempo en ellos y que además de las palabras son nuestros ejemplos y lo que hemos hecho nosotros con nuestra vida...
ResponderEliminar