miércoles, 2 de octubre de 2013

LA LOCA IMAGINACIÓN



Mi madre solía decir que “era una broma seria”, Santa Teresita decía de ella que “era la loca de la casa”, los terapeutas cognitivistas lo llaman “creencias limitadoras ó pensamientos negativos”, y los analistas transaccionales lo asumen como “diálogos internos improductivos”.

Le demos el nombre que le demos, lo cierto que la mente, la imaginación desbordada, los pensamientos negativos ó los diálogos internos  aparecen cuando menos lo esperamos para descontrolarnos y sabotearnos hasta el más sublime momento.


Esta parte, aunque mía, parece adoptar “vida propia” de manera inesperada. La reconozco cuando aparece porque convoca a una fauna emocional fácilmente identificable: sapos en el estómago, lagartijas en el pecho, grillos en los oídos y culebritas en las piernas, y con esta fauna vienen presurosas sus aliadas la ansiedad y la angustia. 


Si les muestro miedo toman el control y me invaden totalmente, si peleo y me les enfrento las engrandezco. Entonces decido quedarme callada y quieta porque a la imaginación no creativa y no dirigida, a esa “loca de la casa”, hay que escucharla pero no seguirla. Seguirla es ir detrás de las Erinias Griegas o las Furias Romanas, y eso no quiero.

Miriam Castillo P.