"Pobre pero honrado", "Pobre pero no miserable", "Pobre no es quien no tiene sino quien no disfruta lo que tiene". En fin..."Pobre del Pobre"
Estas afirmaciones sobre "ser pobre" me vienen a razón de estar viendo por el canal de televisión Antena 3 al peculiar chef Karlos Arguiñano.
Arguiñano, al mostrarnos los ingredientes del menú que va a preparar, se detiene en unas lindas, grandes y peladas papas y nos dice "...y con ésto vamos a preparar PAPAS A LO POBRE", agregando luego de una pausa "!Qué vamos!, Papas a lo pobre, no a lo miserable"
Por estos dias varias universidades del país se han unido para levantar (diría yo reactualizar) un estudio sobre los niveles actuales de pobreza en Venezuela, con datos que compiten con las cifras aportadas por voceros del gobierno. Por supuesto, la data de las universidades aporta índices que están por encima "a favor de la pobreza", en oposición a la data el gobierno que habla de una disminución en los últimos quince años.de "eso llamado pobreza"
"Pobreza", "Estudios sobre la pobreza", "Índices de pobreza", "Modelos y métodos para calcular la pobreza", "Política y Pobreza", "Especialista en pobreza", son expresiones psicosociales con las cuales estoy familiarizada y por tanto me dan "urticaria", aunque sé que hay otros más graves a quienes sólo escuchar hablar de pobreza les levanta roncha.
El caso que en tanto profesional de la Psicología Social, especialmente en el campo de las investigaciones sociales, inevitablemente he tenido que toparme directamente en "estudios de pobreza", y en todos los casos siempre viene a mi memoria el recuerdo de un niño de 6 años (Mi hermano) preguntando con curiosidad "¿Nosotros somos pobres?", y de una niña de 8 años (Yo) respondiéndole con convicción, "!No! Fíjate que tenemos una casa bonita, y siempre hay mucha comida y muchas medicinas", porqe además de pertenecer a esa etiqueta sociológica llamada "familia clase media", mi padre era chef del Ejército en Conejo Blanco, y mi madre enfermera del Seguro Social.
Pero lo realmente relevante en la historia de estos dos niños es identificar en su conversación la necesidad de ubicar su referente de "ser pobre" o "no ser pobre".
Desde su ingenuidad de respuesta esta niña ya sabía lo que luego "los estudiosos" le confirmaron, me refiero a eso que los Psicólogos Sociales conococemos como la Escalera de las Necesidades Básicas de Maslow, escalera cuyo primer peldaño hace la diferencia entre ser pobre y ser miserable, como muy bien dijo Arguiñano.
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Hoy, cuando se terminó el litro de leche que había estado rindiendo a lo largo de una semana, y al percatarme con horror que de café en polvo sólo me queda una "ñinguita", la verdad sea dicha: no me sentí pobre, me sentí miserable.
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